viernes, 30 de noviembre de 2012

Desde las profundidades de la antiguedad al centro de Paris


El museo del Louvre de Paris estará exponiendo durante tres meses la maravillosa escultura en bronce del Apoxiomeno de Croacia.
Esta bella pieza griega de mil seiscientos años de antigüedad se encontraba sumergida frente a las costas croatas hasta que en 1999 fue rescatada por el gobierno y sometida a una larga y meticulosa restauración.



Los antiguos griegos no conocían el jabón y su función higiénica y los luchadores utilizaban ciertos aceites para cubrirse el cuerpo. Luego de la lucha quedaban cubiertos por el menjunje del aceite y el polvo de la arena de combate y debían quitárselo con un rascador.




Cuando se representaba al atleta en esta acción se lo llamaba Apoxiomeno, una de las imágenes más comunes de la escuela clásica.
Su mirada vacía, su rostro anguloso. El cuerpo formado del luchador y la posición erguida y concentrada de quien hace su trabajo.


La Grecia antigua haciendo honor a la belleza del cuerpo, el templo que cada uno posee y una pieza sobreviviente de la invasiones bárbaras de caer en el trágico destino de convertirse en fundición para fabricar armas.